La digestión es un proceso esencial para el buen funcionamiento del organismo. Pero también es de capital importancia a la hora de seguir una dieta, porque una mala digestión muchas veces es sinónimo de trastornos intestinales, hinchazón de estómago y aumento de peso.
Para eliminar rápidamente los pequeños bultos antiestéticos y mantener un vientre plano, una buena digestión es fundamental.
¡En este artículo compartimos contigo consejos 100% naturales que absolutamente debes conocer!
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I. ¿Para qué sirve la digestión?
La digestión permite que los alimentos ingeridos se transformen en pequeñas moléculas absorbibles por las células del tracto digestivo. Al pasar a la sangre, estas moléculas pueden ser utilizadas por el organismo y servirán para el correcto funcionamiento de las células. de los diferentes órganos.
La digestión en sí es la combinación de dos procesos:
- La digestión mecánica se realiza en la boca y el estómago. Reduce la comida a papilla.Los dientes muelen la comida en pequeños trozos y en el estómago la mezcla y las contracciones continúan este trabajo de fragmentación.
- La digestión química se realiza a lo largo del tracto digestivo gracias a enzimas y jugos digestivos secretados por el estómago o por el hígado. La digestión química disuelve los nutrientes y los divide en elementos asimilables.
La digestión es comparable a una línea de desmantelamiento industrial. Está formado por una sucesión de órganos que tienen cada uno una función específica, desde la fragmentación de los alimentos hasta la asimilación de nutrientes.
El sistema digestivo incluye la boca, el estómago, el intestino delgado, el colon, pero también la vesícula biliar, el páncreas y el hígado.
Desde el primer bocado, las enzimas salivales comienzan inmediatamente el trabajo de digerir los carbohidratos en la boca, luego el trabajo de descomponer los alimentos continúa en el estómago gracias a las enzimas digestivas, luego en el intestino.
Así, los nutrientes se absorben durante todo el proceso de digestión, hasta llegar al colon.
En el colon se absorben o fabrican determinados ácidos grasos, vitaminas y minerales, bajo la influencia de la flora bacteriana.
Tras su absorción, los nutrientes pasan a la sangre que los lleva al hígado, cuya función es filtrar el contenido del bolo alimenticio para extraer las toxinas y eliminarlas.
Una vez filtrados, los nutrientes se distribuyen y utilizan en el resto del cuerpo o, cuando se satisfacen las necesidades energéticas del cuerpo, se acumulan para generar reservas.
Así, la digestión es un sistema complejo que involucra varios órganos, enzimas y bacterias que deben funcionar de manera coordinada y sinérgica. El más mínimo fallo puede afectar a la digestión general y reducir la absorción de ciertos nutrientes.
II. ¿Cuál es el papel de las enzimas digestivas?
Las enzimas digestivas participan en la digestión de los alimentos. Se trata de moléculas que se encargan de descomponer los alimentos en fracciones más pequeñas para permitir que el cuerpo absorba los nutrientes que necesita.
Tan pronto como los alimentos están presentes en nuestro estómago, actúan como “tijeras” que cortan los alimentos en moléculas más pequeñas y los transforman de un estado sólido a un estado líquido para una predigestión lo más perfecta posible.
Los nutrientes asimilados en la sangre servirán entonces como combustible para el funcionamiento de nuestros músculos, nuestro corazón o nuestro cerebro.
Las enzimas digestivas son, por tanto, las pequeñas trabajadoras especializadas encargadas de nuestra buena digestión. Son muy importantes porque evitan que partículas de alimentos no digeridos entren en nuestro sistema digestivo. Sin ellos, las moléculas grandes podrían permanecer, estancarse, pudrirse y transformarse en toxinas.
Una cantidad suficiente de enzimas digestivas es fundamental para una buena digestión y asimilación de nutrientes. Hay decenas de miles de enzimas, cada una adecuada para una reacción química particular:
- Amilasa: Se encuentra principalmente en la saliva. Es la primera enzima que ayuda en el primer paso de descomponer los alimentos. Descompone los carbohidratos, los almidones y los azúcares para transformarlos en glucosa.
- Proteasas: También llamadas enzimas proteolíticas, son las enzimas que tienen como misión digerir las proteínas para transformarlas en aminoácidos. Los aminoácidos juegan un papel esencial en el buen funcionamiento del organismo. Hay dos frutas particularmente ricas en enzimas proteolíticas: la piña, rica en bromelina, y la papaya, rica en papaína.
- Lipasa: La lipasa se produce en nuestro páncreas y se secreta en el intestino delgado. Digiere los lípidos, es decir las grasas, para transformarlos en ácidos grasos. Los ácidos grasos tienen un papel energético, estructural, antiinflamatorio y protector en el organismo.
III. Detectar los signos de deficiencia de enzimas digestivas
A los 20, las comidas copiosas no son un problema... Pero con el tiempo, ya no es lo mismo: algunas comidas son difíciles de superar, hay que tener cuidado con ciertos alimentos y después de las comidas estás notablemente menos en forma...
A partir de los 30 años aproximadamente, los niveles de enzimas digestivas secretadas naturalmente en el organismo disminuyen y dificultan la digestión.
Así, los alimentos poco degradados acaban en el colon, donde fermentan y pueden desencadenar trastornos que pueden impactar en toda la cadena superior del sistema digestivo, además de reducir la absorción de aminoácidos, vitaminas y minerales esenciales.
Una deficiencia de enzimas digestivas conduce a una descomposición incompleta de los alimentos, por lo tanto, a una malabsorción de nutrientes responsable de las molestias digestivas: hinchazón, gases, dolor abdominal. diarrea, presencia de grasa en las heces…
Por otro lado, unos malos hábitos alimentarios pueden empeorar los trastornos digestivos. Por ejemplo, se descubrió que el nivel de amilasa salival en los occidentales disminuyó aproximadamente 30 veces entre las edades de 30 y 80 años.
Esta caída de enzimas estaría relacionada con nuestra dieta moderna porque no se encuentra en poblaciones que consumen principalmente alimentos crudos.
Según los científicos, el consumo de alimentos procesados y demasiado cocidos con alto contenido de grasas saturadas provoca una saturación del sistema enzimático. Nuestros órganos se agotan produciendo más enzimas, especialmente nuestro páncreas.
IV. ¿Cómo compensar la falta de enzimas digestivas?
Hay muchos alimentos que contienen enzimas digestivas de forma natural:
- Las frutas y verduras crudas son buenas fuentes de enzimas y en particular: jengibre, mango, kiwi, higo, aloe vera… La piña y la papaya son ricas en enzimas proteolíticas y facilitan así la digestión de las proteínas. Las semillas germinadas también aportan muchas enzimas.
- Los alimentos fermentados también están llenos de enzimas y ayudan a la digestión.
Por ejemplo, añade a tus preparaciones aceitunas, pepinillos, alcaparras o vinagre de sidra.
Para preservar las enzimas digestivas presentes naturalmente en los alimentos y en su cuerpo:
- Prefiera una cocción muy suave (por debajo de 50°) y tiempos de cocción prolongados porque ayudan a conservar las enzimas presentes de forma natural en los alimentos.
- Evita en la medida de lo posible alimentos grasos o picantes, bebidas carbonatadas.
- Bebe mucha agua y come sentado, a una hora regular, masticando bien los alimentos.
Para aportar a tu organismo enzimas digestivas y así facilitar la digestión, puedes recurrir a complementos nutricionales.
En D-LAB hemos desarrollado especialmente el Complejo Enzimático Adelgazante , una fórmula rica en enzimas digestivas 100% de origen natural y vegetal. Este complejo innovador combina papaína, bromelina y un extracto de cola titulado en cafeína.
Sus principios activos mejoran la digestión de grasas, carbohidratos y proteínas, y favorecen la quema de grasas y la pérdida de peso.
- La lipasa es la enzima responsable de la degradación de los lípidos. Descompondrá los triglicéridos en moléculas más simples, asimiladas por el organismo y utilizadas como fuente de energía.
- La papaína es una poderosa enzima natural de la papaya. La papaína tiene una influencia positiva sobre la cintura, atacando los depósitos de grasa que allí se encuentran. Ayudará así a drenar, desinfiltrar y evacuar el exceso de depósitos de grasa.
- La bromelina es una enzima extraída de la piña. Tiene beneficios similares a los de la papaína. Esta enzima vegetal ayuda a descomponer la grasa y reducir la retención de agua. Estas dos acciones combinadas aportan una valiosa ayuda en la lucha contra la celulitis.
- El extracto de judía blanca contiene proteínas específicas para reducir la asimilación de azúcares en el intestino. Por tanto, ayudan a reducir los niveles de azúcar en sangre y, por tanto, los niveles de triglicéridos.
- El extracto de cola ayuda a controlar la sensación de hambre. También actúa como un auténtico estimulante del metabolismo acelerando el gasto calórico y activando la quema de grasas. Su alto contenido en cafeína (10%), teobromina y taninos lo convierten en un excelente estimulante para adelgazar.
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